Y ni que decir del Ajiaco Santafereño, de la Bandeja Paisa, del Agua de panela, del Queso Campesino, del Plátano Frito, del Tamal Tolimense y un sin fin de etcéteras...
Bogotá, Capital de la república de Colombia, ocupa un lugar privilegiado en el centro del país, a 2640 metros de altitud. Ubicada sobre una extensa altiplanicie, la rodean fértiles territorios que albergan acogedoras poblaciones donde se desarrollan actividades industriales, agropecuarias y artesanales. Desde la época precolombina hasta nuestros días, Bogotá conserva costumbres y manifestaciones culturales que dan testimonio de la identidad de sus pobladores. Mitos y leyendas alternan con una fe religiosa heredada de indígenas y españoles que se vive hoy a través de solemnes y sentidas celebraciones. Esmeraldas, piezas de orfebrería, artesanías de todo el país, antigüedades, ropa y confecciones, joyería, reproducciones precolombinas, calzado y artículos en cuero, obras de arte, libros, música...
Hace algún tiempo mi esposo (español de nacimiento pero colombiano de corazón) me pregunto por el nombre de este instrumento tan característico dentro del folclor musical colombiano. Pues bien, aunque me de vergüenza admitirlo, en ese momento lo único que salio de mi boca fue: raspa. Si, así como lo están leyendo, raspa. Afortunadamente no dije eso y me quedé tan tranquila, todo lo contrario, cuando me pasan estas cosas, más a menudo de lo que me gustaría, empiezo a investigar para que no me vuelva a pasar y sobre todo para estar un poco más empapada de todos los aspectos culturales colombianos, en cualquier ámbito. Y me di cuenta de que no era que no supiera el nombre, como no saberlo si es un instrumento típico colombiano, es que no me acordaba. Debo admitir también que a medida que pasan los años fuera de mi Colombia del alma, me cuesta recordar las palabras que usamos los colombianos para referirnos a una u otra cosa, otro motivo más para investigar y refrescar la memoria. Pu
Comentarios
:)
¡Arepitas, qué ricas!
Y me dices que te parece.